Repensando la publicación de textos en internet

En internet al principio solo había texto; fue el primero en llegar y es el que ha evolucionado peor, cosa que está cambiando desde 2012. Las tabletas son la causa.

Posiblemente vamos hacia un nuevo entorno para la lectura de textos –y por tanto la publicación; el cliente siempre va primero.

Necesitaremos nuevas herramientas: para los autores, los meta-publicadores o meta-CMS; para los lectores, nuevos formatos, espacios de lectura y formas de pago.

Las costumbres del mundo analógico siguen acaparando el mundo digital; apenas hay pensamiento lateral a la hora de plantear y desarrollar proyectos para la red. A menudo no queda más remedio que dejar pasar tiempo, y que las viejas ideas mueran por ley de vida.

Nuevos espacios de lectura

Después del texto llegaron las imágenes, luego el audio y más adelante el vídeo. Nadie tiene ningún inconveniente en publicar fotos, podcast y vídeos allí donde está la audiencia: Flickr e Instagram, SoundCloud, YouTube.

Hay varios motivos para que sea así: desde el coste hasta las dificultades técnicas. Los vídeos, las fotos y el audio ocupan mucho espacio en los discos de los servidores. Y ancho de banda. Todo eso es caro. Mucho. Morir de éxito es el accidente más temido de la red.

En el caso del vídeo, la necesidad de ancho de banda y disco dio lugar a un ecosistema considerable: la ‘plaza del mercado’ de los vídeos. Los unos colocando paradas, los otros observando el género. Está funcionando: Mientras los bloggers todavía le dan vueltas a cómo ganar dinero 15 años después, youtubers adolescentes no saben qué hacer con tanta pasta. Si creéis que los youtubers famosos son una muestra pequeña, sumad los ingresos de la multitud de anónimos que publican tutoriales en vídeo porque apenas saben escribir. Ahora comparadlos con los ingresos de los que publicaron eso mismo, pero en su blog y mediante texto: trabajaron cinco veces más y han ganado una décima parte.

La clave del éxito en YouTube a menudo no es la calidad de los vídeos, sino estar en un lugar con mucha audiencia. Centralizado, vale; pero tan fácil de reconocer como la ‘plaza con mercado semanal’ en cualquier ciudad y pueblo del país.

(ya descentralizaremos esas plazas bíticas cuando consigamos más pensamiento lateral en acción)

Volvamos al texto:

Apenas ha evolucionado desde ‘la primera vez’ en internet, y las primeras veces en la red suelen ser para una versión digital de lo que hacíamos en analógico: Los eBook parecen libros de papel, los lugares web parecen periódicos. El resto, es incluso peor que en papel: textos más cortos y superficiales, titulares sensacionalistas para cazar el clic, decálogos forzados e innecesarios.

El texto se publica única y exclusivamente en el sacrosanto lugar propio. ¿Y la audiencia? Llega de los buscadores, a menudo engañada por el SEO de turno, por un titular llamativo, por ese decálogo patético. Leer es lo de menos: lo importante es la visita y que se escape algún clic en un anuncio, cada vez más grande y molesto. La audiencia también llega del picoteo diario en las redes sociales; vienen y se van. El resultado es que todos venden visitas y visitantes. ¿Y los que se van sin apenas interactuar? Del rebote casi nadie habla, pero es la cifra más grande de la estadística web.

El rebote de este blog desde el 8 de junio hasta el 8 de julio de 2015: 81,5%

Fueron 2.205 visitantes (de los cuales un 79,54% vino por primera vez), 2.659 sesiones y estuvieron aquí durante 1:15 minutos de media.

Vieron 3.743 páginas, pero de 2,258 se fueron antes de los 10 segundos. En 559 páginas se quedaron entre 3 y 10 minutos, el tiempo suficiente para leer, pero en solo 160 sesiones: son 3,5 páginas por sesión. Demasiadas. Apenas un 6% lee, y no creo que termine ninguna entrada.

El 53,9% llega de los buscadores, el 28,2% de las redes sociales y solo el 16,7% entra porque quiere hacerlo.

Un desastre, vaya. Pero proporcionalmente (tengo pocas visitas) no es mejor que la mayoría de blogs.

Solo los lugares donde la gente va aposta tienen un rebote bajo: el 11% en Menéame, con un tráfico directo del 48,1%. Allí las sesiones son de 7 minutos desde hace años.

Ni SEO ni dar la tabarra en las redes sociales: los lugares de visita voluntaria acaparan la atención en internet. Es lo que sucede en YouTube, Facebook o Twitter. Y en Medium, lugar que cada vez más gente visita voluntariamente con la intención de leer. Mi cuenta allí, hecha sin cuidado, con cuatro artículos para probar, ha conseguido más del 80% de lectura para la mitad de los artículos –un 50% para el resto. Un 7% en mi blog.

Medium 1 – Bitassa a Lloure 0

Luego hablaré de Medium.

Nuevo formato: Longform

El longform tiene cada vez más fuerza: páginas web con maquetaciones multimedia, que contienen texto, vídeo, audio, imágenes, animaciones, infografías, mapas. Sin paginación, con cortinas que se despliegan a medida que avanzamos.

Desde que en 2012 quedó claro que la tableta se quedaría, el longform ha progresado discreta y regularmente. Algunos de los avances más importantes:

2012: El artículo Snow Fall, de The New York Times gana un Pulitzer en 2013:

For those who had worried about the future of longer form storytelling in the digital age, the future had suddenly, spectacularly arrived.

People posting on Twitter appreciated the distinctiveness and the promise most immediately:

«Mindblowing»
«The New York Times wins the Internet»
«This is what the future of reading online looks like»
«This changes everything»
«Truly one of the most beautiful things I’ve ever seen on the web»

2013: El verano anterior, los fundadores de Twitter y Blogger, Ev Williams y Biz Stone, presentaron Medium. Un año después empieza a llamar la atención por la calidad de los artículos. Algunos cercanos al estilo longform, como The Mercenary. En 2014 el co-fundador Ev Williams anuncia que compraron Matter, centrada en publicar en longform, y recuerdan su vocación de convertirse «el mejor lugar para que la gente y organizaciones publiquen al mundo sus historias e ideas».

2015: En enero Facebook ficha a los diseñadores de Medium y, casualidad, en mayo presenta Facebook Instant Articles que se parece un montón a Medium. Es una herramienta para publicar artículos con el formato longform en Facebook. Lo estrenarán nueve medios: The New York Times, National Geographic, BuzFeed, NBC News, The Atlantic, The Guardian, BBC News, Spiegel y Bild. Publicarán artículos directamente en Facebook. Tal como sucede el YouTube, reparten los ingresos por publicidad con el autor: el 100% si es propia o el 70% si la inserta Facebook.

Poco antes, en 2014: Automattic, la empresa detrás de WordPress, compra Longreads en abril. Se trata de un lugar de recomendación de textos largos. Veterano, fundado en 2009.

Desde 2012 hasta hoy, algunos ejemplos de longform: Pero antes, una recomendación: Sentaros (o no) en un lugar muy cómodo; el mismo que elegiríais para leer una buena revista. Usad tableta, porque una postura relajada es esencial. Reservad un par de horas. Después de la experiencia, pensad si habéis visto algo parecido en una revista de papel. NO.

Eines de lectura en digital
Herramientas de lectura en digital

¿Queréis más longform? Habrá: Medium, Facebook y WordPress están claramente interesados.

Medium pretende crear un espacio con audiencia interesada en textos; gente que entra para leer y crea comunidad –jamás lo consiguió WordPress.COM. Facebook quiere que la gente se quede en su macrolugar, y para ello primero dio facilidades para publicar vídeos y ahora lo hace con los textos –solo falta incorporar podcasts.

La presentación de Facebook Instant Articles fue desconcertante: ¡El New York Times publicando directamente en Facebook! Antes de eso, nadie se sorprendió del canal en YouTube del New York Times. Pero el texto… ¡EL TEXTO! ¿fuera de su sacrosanto web? [insertar aquí tres emojis con el grito de Munch].

Pues sí, hay que hacerse a la idea: Eso de publicar en el lugar propio y luego colgar entradas en Facebook (o donde sea) para conseguir clics es muy de 2010.

Bueno, también es muy de 1950: crear un medio escrito y hacer publicidad en otros medios que tienen más audiencia que tu. Pensamiento lateral: En internet no es necesario porque no existen limitaciones de espacio físico entre ninguna portada ni contraportada; puedes publicar directamente en los lugares donde está. El mismo artículo puede estar en varios lugares:

En Medium.

En Facebook Instant Articles (cuando esté disponible para todos).

En lo que surja (porque surgirá, todavía hay mucho por hacer).

Y también en tu lugar, claro.

¿Porqué no? Recuerda: Ya lo estamos haciendo con las fotos, el vídeo y el audio.

La economía (¿Por fin?)

El longform moverá dinero, porque estamos dispuestos a pagar por trabajos de calidad y el formato la exige; puedes leer un decálogo penoso de 500 palabras para soltar un pfff con fundamento tras leer el «y tú ¿qué opinas?» final, pero no perderás horas en un barrizal de 10.000 palabras.

El longform no tiene porque ser largo siempre, pero tiene que ser bueno:

«It doesn’t have to be massively long, it just has to be good» –Giles Wilson, «How the BBC approaches longform, immersive storytelling»

Es posible que los lugares especializados ofrezcan fórmulas de pago por suscripción, donaciones, publicidad, pago por artículo después de leer, crowdfunding, etc.  Todas ellas son herramientas demasiado caras y complejas como para programarlas en el lugar propio.

Poco a poco más gente querrá publicar el mismo texto en varios lugares porque habrá más posibilidades de conseguir lecturas a ingresos, y las cosas se complicarán. O no, porque posiblemente surgirán nuevas herramientas.

El meta-CMS

Necesito un meta-CMS desde que lo imaginé:

Un lugar privado para editar texto neutro.

Diversas herramientas de publicación: a Medium, Twitter, como post en el Facebook personal, la fanpage del proyecto. O en Instant Articles. El vídeo, si hay, a YouTube. Incluso a Vimeo cuando no desentona con el lugar. Las fotos a Pinterest. Lo que sea.

La publicación en cada lugar según sus características: desde un tuit hasta un longform en Medium.

Luego, hacer seguimiento: respuesta, estadísticas, comentarios.

Mientras tecleo esto en el editor del WordPress, me parece que el texto está demasiado formateado para WordPress. Ya no me gusta tanto. Los shortcode –cada vez más populares en este CMS– me molestan. Sobran.

El editor debe ser neutro, uno que permita guardar texto en un formato universal, libre y documentado. Por ejemplo, en OpenDocument.

Será necesario que puedan trabajar varias personas a la vez; con ownCloud y OpenDocument se puede –y además guarda versiones.

Quizás harán falta marcas para la maquetación final: aquí va una foto, aquí un vídeo, un audio, transición por aquí, cortina por allá. Habrá que pensar unos shortcode neutros para el meta-CMS, unos que interpretarán las herramientas de publicación, adaptando nuestro conjunto de texto, audio, vídeo y creatividades gráficas a las características de cada destino.

El meta-CMS debe ser modular y admitir nuevas herramientas de publicación para los lugares que surjan.

Por supuesto, el meta-CMS también publicará a nuestro lugar. En este WordPress mismo, que está en benjami.cat.

El meta-CMS será nuestra garantía de que todo podrá seguir en línea, donde sea que esté la audiencia en cada momento, y a pesar de que luego desaparezcan.

El meta-CMS será nuestro lugar.

Tenía que suceder

Las herramientas, a medida que aparecen, determinan qué podemos hacer. La postura dice qué estamos dispuestos a hacer.

La herramienta en forma de tableta nos permite manejar con naturalidad un artículo longform, con sus piezas multimedia.

La postura, con la espalda hacia atrás, invita a pasar dos o tres horas seguidas leyendo, mirando y escuchando.

Hasta hace poco, antes de 2012, el longform era muy poco orgánico en un ordenador de sobremesa; incluso en un portátil. De hecho, es un milagro que internet haya triunfado después de tantos años moviéndonos por la red con la postura de un oficinista.

Lo que no te mata, te hace más fuerte.


Imagen: nile en Pixabay.
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